Sara Raasch
Sarah Raasch sabía que estaba destinada al mundo de los libros desde que tenía cinco años: sus amigos hicieron un pequeño puesto para vender limonada y ella se unió para vender pequeños libros escritos e ilustrados por ella misma. Nada ha cambiado mucho desde entonces: sus amigos aún fruncen el ceño cuando ella se pone a dibujar y su entusiasmo por la escritura aún la lleva a adoptar medidas extremas.